Mi gente, vamos a hablar del tema de desapego. Para mí el desapego es uno de los valores principales de la espiritualidad. Existen distintos tipos de desapego como por ejemplo desapego a las cosas materiales, a las emociones, a personas, situaciones, etc. Yo no creo que sea un tema que se hable mucho en la sociedad en general. Por lo menos, yo no recuerdo profundizar sobre el tema del desapego en mis años de formación y mira que yo me crie siendo bien católica practicante como desde los 8 años hasta los 22 años. Maybe, superficialmente se tocaba el tema del desapego a las cosas materiales, pero no era algo que se enfatizaba.
Anyways, te quiero compartir una experiencia que tuve el fin de semana pasado que me hizo reflexionar sobre este tema. Por andar a la prisa y haciendo 20 cosas a la vez sin estar mindful, puse una botella de jugo en el bulto junto con mi computadora. Creo que ya sabes por donde va la historia. Con la prisa no presté atención de que no había cerrado bien la botella y se me viró en el bulto. Cuando me estoy preparando para dar una clase observo que la computadora estaba un poco mojada. Me pongo a secarla porque a todas estas no pensé que fuera mucho. Comienzo a usarla y de repente se me apaga. A todas estas me mantengo en calma porque honestamente no pensé que fuese mucho. Mientras la dejo secando, no dejo que eso me saque de mi enfoque. El cuento largo corto, ofrecí mi clase dejándome llevar por la presentación desde mi celular. No dejé que esa situación me sacara de tiempo porque no podía hacer nada. Termino de dar mi presentación y voy a la tienda donde me pueden ayudar a arreglarla. El pronóstico no fue lo que yo estaba esperando. La computadora no servía y arreglarla costaba lo mismo que comprarme una nueva. Ahora les voy a explicar lo que estuve reflexionando el pasado fin de semana.
A pesar de que yo he podido aplicar el valor del desapego en distintas áreas de mi vida, que yo me recuerde durante mi vida adulta ha habido dos cosas que se me ha hecho bien difícil aplicar este valor del desapego. La primera, es la primera casa donde viví con mi esposo. Vivíamos alquilado y cuando nos mudamos para California la entregamos. A mí me encantaba esa casa y honestamente todavía es algo que si lo pienso mucho me da sentimiento. Lo segundo, fue mi computadora. Y tú dirás “hello, es solo una computadora”, pero para mí era más que eso. Gracias a esa computadora pude hacer mis trabajos durante mis estudios de maestría, con ella estudié para mi reválida de psicología, tomé cursos para mi desarrollo profesional y personal y con ella estaba creando mi plataforma de negocio. Era mi herramienta principal de trabajo. Honestamente, sentí un dolor bien grande cuando me dijeron que no servía. Mientras mi esposo le hacia otras preguntas al técnico, por mi mente lo que pasaba era todos los logros que obtuve con esa computadora y todo el valor sentimental que tenía. Mi esposo tratando de animarme quería comenzar a ver cuál era la próxima computadora que me iba a comprar. Yo lo único que quería era llorar. Me sentía tan rara estar sin ella y necesitaba tiempo para procesar lo que me acababa de suceder.
Nuevamente me confrontaba con el tema del desapego. Vivimos tan ajorados y enfuscados en nuestras rutinas que damos por sentado ciertas cosas que tenemos. Yo di por sentado todo lo que esa computadora hacía y lo que significaba para mí. Esto se puede aplicar en otras áreas de nuestra vida. Como con personas que amamos, lugares donde vivimos, todos los privilegios que tenemos a nuestro alrededor, etc. No te ha pasado que cuando se te pierde tu celular, te das cuenta todo lo que haces y dependes de él.
Eso mismo nos pasa con otras cosas en la vida. Que no las valoramos hasta que las perdemos. Como nos apegamos a ciertas cosas sin darnos cuenta. Lo que me puso a reflexionar sobre como muchas veces nos apegamos a personas, aunque no sea una relación saludable en nuestra vida. Muchas veces confundimos amor por costumbre. Así mismo como nos volvemos adictos a sustancias, comida, tecnología, etc., nos volvemos adictos a cierto estilo de vida que no necesariamente es saludable. En mis años de experiencia clínica he observado como las personas se vuelven adictos al drama y se les hace difícil desapegarse de situaciones y/o personas tóxicas. Porque nuestro cerebro evita el sufrimiento y muchas veces pensamos que si estoy sufriendo es porque no fue la decisión correcta. Realmente lo que estás haciendo es evitar el dolor. Reconozco que puede ser difícil aplicar la ley del desapego en este caso. Es importante tomarse el tiempo para reflexionar es si es amor o si es costumbre o maybe un poco de ambas.
Aplicar el desapego es una practica diaria y que requiere de mucho esfuerzo mental y emocional. Por tanto, es agotador… Lo se… El ser humano por naturaleza evita el dolor/sufrimiento, pero lo que no vemos es que es en esos espacios donde surge la madurez y crecimiento personal, profesional y espiritual dependiendo de la situación. La vida no es tan color de rosas como nos lo pinta la sociedad. La vida es más un arcoíris, dependiendo del a estación y etapa de la vida va cambiando de colores. Para poder mantenernos en nuestros colores favoritos vamos a tener que trabajar duro en auto-cuidarnos y protegernos.
Espero que compartir mi exploración y auto-descubrimiento en esta vida te sea de ayuda. Gracias por formar parte de mi comunidad. Las aprecio mucho.